DeChávarri, el sueño de dos hermanas

que caminan juntas en la distancia.

Unidas por un mismo sueño

Separadas por proyectos de vida muy distintos, por ciudades diferentes, por carreras y profesiones opuestas y por temperamentos antagónicos, están unidas por un sueño que representa los valores de su pequeña familia, junto a sus padres.

Curra

«La razón que escucha al corazón»

Una vocación más allá de la medicina.

Curra lleva 25 años dedicándose a la anestesiología y la reanimación, con especial atención a la cirugía plástica, estética y reparadora. Su mente científica y su sensibilidad humana le han permitido acompañar a cientos de mujeres en momentos decisivos de su vida.

El vínculo invisible entre mujeres.

A lo largo de los años, ha compartido consulta con mujeres de todo tipo: madres, hijas, amigas, profesionales… En ese espacio íntimo, justo antes de una cirugía, florecen miedos, deseos, dudas y sueños. Curra escucha, acoge y cuida. Y ellas confían, entregando lo más valioso: su vida.

Una mirada solidaria.

Desde 2018, Curra viaja cada año a Camerún con la organización COEM, donde colabora como anestesista. Allí, además de ayudar, aprende de la dignidad, la fortaleza y la humanidad de quienes menos tienen. Una experiencia transformadora que también inspira su nueva aventura con DeChavarri, desde donde busca seguir contribuyendo.

Cristina

«Mente empresaria y espíritu soñador»

Rigor y vocación emprendedora.

Cristina es licenciada en Ciencias Económicas y experta en gestión de calidad, un enfoque que ha aplicado en todos sus proyectos. Tras ocupar puestos de responsabilidad en selección y recursos humanos en grandes compañías, decidió volcar su energía en su propia empresa, vinculada al mundo de la moda infantil.

Estilo propio y sensibilidad empresarial.

Trabajadora incansable, combina talento, firmeza y una especial atención por el detalle. Tiene la rara capacidad de equilibrar carácter y exquisitez, imprimiendo a cada iniciativa una identidad sólida y elegante.

Elegancia que deja huella.

Además de aportar su experiencia en gestión y calidad, Cristina suma a DeChavarri su gusto personal y su mirada estética, que no dejan indiferente. Su estilo es parte del alma de la marca: natural, sofisticado y profundamente auténtico.

Nuestra filosofía

Soñar para volar

DeChávarri aúna el carácter y la filosofía de sus creadoras: la elegancia innata de Cristina, sencilla y armónica, con un punto roquero y transgresor, y el impulso creativo y valiente de Curra.

«Decidimos crear nuestro bolso-maletín para desplegar nuestras alas y volar...»

Un espacio para ser y respirar.

DeChavarri nace como un fragmento del universo femenino: un lugar donde simplemente ser, existir y aprender en el camino, sin etiquetas. Desde la experiencia, se reconoce que el mayor anhelo de toda mujer es la libertad: libertad para vivir, crear y decidir su destino.

Crear también es cuidar.

Esa libertad se conquista con trabajo digno, con compromiso. Por eso, el deseo fue dar forma a un objeto que representara ese impulso de salir al mundo cada día a luchar por los propios sueños y por el bienestar de quienes amamos. Porque sí: las mujeres también cuidamos el mundo.

Un emblema de libertad.

El maletín clásico nos parecía ajeno: rígido, masculino, sin alma. Y como la mujer DeChavarri no renuncia nunca a su esencia, reinterpretamos ese objeto y lo convertimos en algo nuevo: un bolso elegante, funcional, femenino. Una declaración de libertad con forma de accesorio.

La inspiración

Por Curra

«Supe que aquella visión me acompañaría el resto de mi vida, y que toda mujer puede ser su propia victoria alada, majestuosa al final de una escalinata, poderosa en su soledad, imponente en su sensualidad y victoriosa en su libertad»
Éramos muy jóvenes cuando viajamos a París, a comienzos de los años 90. Aquella ciudad, nueva para nosotras, nos deslumbró. Pero fue en el Louvre donde ocurrió algo inolvidable: al subir la escalinata Daru, apareció ante mí la Victoria de Samotracia, imponente, firme y hermosa.
Aquel instante me dejó sin aliento. Vi representada en mármol a una mujer poderosa, con el vientre como centro de su universo, sin rostro, como símbolo de todas las mujeres. Sus alas abiertas eran también un grito de libertad.
Treinta años después, la escultura sigue viva en mí. Comprendí que la vida sería como aquella escalinata: llena de tropiezos, pero también de determinación. Esa figura me enseñó que las mujeres sí tenemos alas y que cada una puede ser su propia victoria.

DeChavarri solidario

El principio de todo

«Sabía que tenía que darle más que un proyecto, más que un bolso hecho en papel, más que números y un listado de ideas».

«Sí, yo le daría un sentido al proyecto y ella le pondría alma a los bolsos»

Una alianza nacida en tiempos difíciles.

Durante la pandemia, la directora de la fábrica que confecciona nuestros bolsos llamó a la primera colección “la colección pandemia”. Aquel gesto, lleno de humanidad, reveló desde el principio la conexión entre dos mujeres comprometidas, valientes y sensibles a los tiempos que nos tocaban vivir.
Desde el inicio, supimos que este proyecto debía tener alma. Por eso compartimos también la idea de colaborar con una organización que actúa en Camerún, no solo a través de donaciones, sino integrando sus tejidos en nuestros diseños. Una forma humilde pero real de estar presentes allí y apoyar su economía local.
Mientras una vivía la pandemia desde el hospital como anestesista y la otra desde su fábrica en crisis, el proyecto quedó en pausa. Pero no se apagó. Porque incluso en medio del caos, la esperanza siguió viva. Y DeChavarri nació también de esa fuerza: la de creer que la vida —al final— siempre prevalece.

DeChávarri colabora con la asociación COEM,
Cirujanos ortopédicos de España para el Mundo

Asociación Cirujanos ortopédicos de España para el Mundo
Donaciones con Bizum: Código ONG 04088 https://www.coem.org.es